jueves, 4 de diciembre de 2008

Mozart sonata 545 alegro, interpreta Michael Heringer (7 años)

II DOMINGO DE ADVIENTO (7 DE DICIEMBRE 2008)

Nuestras autoridades (laicas) estas navidades nos invitan a consumir para mantener los puestos de trabajo. Está bien,pero temo que mientras unos consumen, muchos otros se consumen. Puede parecer un juego de palabras, pero la realidad es que mientras unos tienen mucho otros muchos no tienen nada. Unos pueden consumir y otros siguen consumiéndose, a algunos les sobran unos cuantos kilos y a otros les falta. Yo tampoco resolveré el problema económico, pero creo muy acertada la frase atribuída a los santos Padres: "Lo que te sobra es de aquel que le hace falta". No, no me voy por las ramas, tengo presente la Palabra de Dios proclamada en este domingo II de adviento. "En el desierto preparadle un camino al Señor" Alza la voz y grita "Aquí está vuestro Dios". Convertíos, cambiad vuestra manera de pensar, mirando sólo en vuestro interés y pensad un poco en los demás. El pasado domingo os decía que todos estamos en el mismo barco, en un mundo globalizado, no podemos desentenderos de lo que pasa a nuestro lado, ni de lo que pasa en los antípodas. "Todo lo humano nos incumbe". Nosotros esperamos "un cielo nuevo y una tierra nueva", pero no podemos hacerlo con los brazos cruzados, sino como dice la sabiduría popular "A Dios rogando y con el mazo dando", preparemos el camino al Señor abajando los montes y rellenando los valles, sí son imágenes, pero muy sugerentes. Necesitamos transformar muchas cosas en nuestro interior y tener la valentía de expresarlas y vivirlas en el exterior. Que de verdad la misericordia y la fidelidad se encuentran, -la justicia y la paz se besan. -la fidelidad brota de la tierra. -la justicia mira desde el cielo. Todo ello debe encararse en los creyentes de ayer y de hoy, cada generación tiene que hacer presente la cercanía del Dios de Israel, del Dios de Jesús de Nazaret. En Él, Dios no sólo se ha acercado a los hombres, se ha hecho hombre¡. Los que creemos tenemos que proclamarlo a los cuatro vientos: "Aquí está vuestro Dios" lleno de misericordia y perdón. Este Dios que precisamente mira a los que "se consumen" con predilección, para que no pierdan su dignidad de seres humanos. Y que toca la conciencia de los que consumen para que no se cierren sobre sí mismos. Esperamos un "cielo nuevo y una tierra nueva" en que habite la justicia, pero no lo hacemos como espectadores, sino como actores procurando la paz y la justicia en las relaciones humanas. El que anunciaba Juan ya vino y derramó su Espíritu Santo. Con fuerza nos envia al mundo entero para que proclamemos esta Buena Noticia, que todos vean la salvación de nuestro Dios. El Señor nos dió la lluvia y la tierra ha dado su fruto: Humanidad y divinidad unidos en Jesús. Dios hecho hombre, en Él se inicia la nueva creación. El Hombre nuevo que se prolonga en todos los que viven el Espíritu que animó a Jesús. P. Miquel Bonet Nicolau C.R.

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