viernes, 12 de diciembre de 2008

IIIDOMINGO DE ADVIENTO (14-XII-2008)

Homilía
14 de diciembre de 2008 - III DOMINGO DE ADVIENTO
¿Nos faltará entusiasmo? En cierta ocasión escuche a un obispo, dirigiéndose a unos jóvenes explicar la etimología de la palabra entusiasmo, decía él que procedía del griego "en Theo", que sería así como estar en Dios, llenos de Dios. Bonita explicación para los cristianos que en este domingo se nos habla del Espíritu.El Espíritu del Señor está sobre mí, sí, está sobre nosotros, él nos ha ungido. ¿Qué significa Cristo? significa ungido. Y ¿Qué somos los cristianos? Los ungidos por el Espíritu. Se nos unge en el bautismo, se nos unge en la confirmación, se unge a los ordenados ministros del Señor, sacerdotes, se nos unge en la enfermedad.Y ¿Para qué se nos ha ungido? Nos lo recuerda el profeta Isaías para dar la buena noticia a los que sufren, vendar los corazones desgarrados, proclamar la gracia del Señor. Podemos hacer nuestras las palabras que el evangelista Lucas pone en boca de María: "Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios mi salvador, porque ha mirado la pequeñez de su sierva, su siervo".Sí, llenos de gozo en el Señor, entusiasmado. Llenos de Dios y abiertos a la necesidad del hermano. Este Dios que "Colma de bienes a los hambrientos y despide a los ricos vacíos". Pero todo esto lo hace a través de aquellos que estemos dispuestos a abrirle el corazón, a dejarnos poseer por él. Esto es si estamos "entusiasmados con nuestra vocación". El día de la Inmaculada recordábamos, con San Pablo, como desde antes de la creación del mundo, Dios nos ha elegido, y nos ha destinado a ser santos ante él. Esta es nuestra vocación, nuestra santidad y el tender a la mano a la necesidad del hermano.No apaguemos el Espíritu, no despreciemos el don de profecía, esto es hablar en nombre de Dios. Los cristianos, los ungidos, venimos obligados a revelar al Dios que ama a todos los hombres. Con la fuerza del Espíritu examinemos las cosas que suceden o nos suceden, quedándonos con lo bueno. Y guardémonos de toda maldad.Y como Juan Bautista reconozcamos que no somos "el Mesías", que por cierto también significa ungido, en hebreo. Como Juan nosotros tenemos que preparar el camino, el Ungido es Él, nosotros ungidos en Él. El Hijo de María, el Hijo de Dios, hecho Hombre. El Emanuel cantaremos en "Navidad", Dios con nosotros, preparémosle el camino para que sean muchos los que se encuentren con Él. Él sale al encuentro del hombre, pero a la vez respeta que el hombre quiera o no encontrarse con Él. Seamos también nosotros la voz que grita "en el desierto de las grandes ciudades, o en las aglomeraciones del tiempo de ocio", preparemos el camino.¿Estamos entusiasmados? Era la pregunta del principio, y termino con la misma. El caso es que entre los cristianos no sé si damos de verdad esta imagen de alegría, de entusiasmo.Pero que no decaiga el ánimo, el Señor no nos abandona, Él es fiel, somos nosotros que a veces le fallamos, pero Él sigue estando aquí entre nosotros, y en nosotros. Quiere darse a conocer y lo hace a través de los cristianos.Humanizarnos requiere un pequeño esfuerzo. El pasado día 10 se celebraba el 60 aniversario de la Declaración de los Derechos Humanos, pero tenemos que reconocer que todavía los humanos no los hemos hecho vida de nuestra vida, pues a cada Derecho corresponde un Deber, que no siempre tenemos en cuenta.P. Miquel Bonet C.R.

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