martes, 2 de diciembre de 2008

ADVIENTO 2008

NO SE QUIEN LO VA A LEER, PERO QUIERO COMPARTIR CON VOSOTRAS (TEATINAS)MIS REFLEXIONES SOBRE EL PRESENTE ADVIENTO.

(NOTA IMPORTANTE: SOY AUTODIDACTA Y NOVATO EN ESTAN LINDES DE INTERNET)


DOMINGO PRIMERO DE ADVIENTO C.B
Así exclama el profeta Isaías: "Tú, Señor, eres nuestro Padre". Sí es nuestro Padre, y nos quiere libres, tan libres que podemos romper con ÉL. Pero ¿que hará el hombre si pierde su identidad, si reniega de la fuente de donde mana su vida? Así vamos vagando con nuestras contradicciones, insatisfechos y en continuas crisis,cayendo como dice la sabiduría popular "dos veces en la misma trampa", ese es el hombre, que se aparta del camino recto.Y aún así, o precisamente, porque es así, el Señor una y otra vez sale a nuestro encuentro, nos busca una y otra vez para que volvamos al camino de la justicia de la solidaridad y la paz.La plegaria del profeta Isaías, se sitúa después del exilio de Babilonia. El pueblo se encuentra con graves dificultades para rehacer su vida de comunidad. Y nosotros en el siglo XXI ¿No tenemos también graves problemas, unos más que otros seguramente, pero todos vamos en el mismo barco, y hoy más que nunca nos damos cuenta de esta realidad? Los que dirigen, o creen dirigir el barco, parece que han perdido el norte, vamos como a la deriva. Habrá que recordar una vez más el sabio consejo de Platón: Cuando nuestros gobernantes fracasan en la solución de los problemas sociales, será bueno dirigirnos a los dioses para que nos echen una mano.Respetemos al hombre por ser hombre, tenga o no creencias, pero los que nos preciamos de ser creyentes y cristianos, no nos desentendamos de los problemas de la tripulación, como cristianos estamos obligados a ello. Nosotros sabemos y reconocemos que Dios es nuestro Padre, pero también Padre de toda la humanidad.Hay que recuperar la confianza en uno mismo, y también la confianza en Dios. Los cristianos sabemos que Dios se ha acercado a nosotros, que compartió su vida con nosotros, y que nos reveló el gran amor del Padre hacia nosotros. Tengamos confianza, a pesar de nuestros fracasos, Dios sigue amándonos y nos invita a seguir trabajando por un mundo más humano. "Oh Dios, restáuranos, que brille tu rostro y nos salve". Necesitamos mirarnos cara a cara, descubrirnos como hermanos e hijos de Dios Padre.La Iglesia en estos domingos nos recuerda, no sólo la venida del Hijo de Dios en carne mortal, sino también su venida gloriosa al fin de los tiempos. Nos invita a vivir la presencia de lo divino, a fin de que firmes en nuestra espera, cuando venga glorioso nos encuentre en vela, preparados.El Señor confía en nosotros, hagámonos dignos de esta confianza. Nuestra espera no es una actitud pasiva ante la vida, sino que mas bien con nuestro obrar hacemos presente el amor que el Padre nos tiene. P. Miquel Bonet Nicolau C.R.










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