martes, 23 de diciembre de 2008

HOMILIA DE NAVIDAD-2008-

HOMILÍA. NAVIDAD 2008.
Fijemos nuestra mirada sobre el texto del evangelio que hemos proclamado en la noche de Navidad y reparemos en algunos detalles. José y María obedecen al edicto de un emperador romano, una autoridad extranjera, para el pueblo de Israel. El niño nace en un lugar, poco confortable: "No había lugar en la posada" y los primeros en recibir la noticia son unos pastores, gente que no inspiraba gran confianza, tenida por miserables.
Y en Jesús, el hijo de María, se complen las esperanzas de salvación, anunciada en el Génesis y repetida por Samuél a David, y anunciada por tantos profetas. José es de la Casa de David. Y Belén la ciudad de David, en donde ib a nacer el Salvador, según las profecías.
En los evangelios de la infancia de Jesús, narrados por Mateo y Lucas, encontramos ciertos signos, que nos llevan a la mañana de la Resurrección: No temáis os traigo una buena noticia, la gran alegría, es el respeto hacia el misterio anunciado por los ángeles, en la resurrección y en el nacimiento. Son anuncios tranquilizadores, de confianza, de esperanza: "no temáis".
Ha aparecido la gracia de Dios, en Jesús Dios se manifiesta: "Quien me ha visto a mí, ha visto al Padre". Jesús es el signo, el sacramento del Padre. El pueblo, la humanidad que estaba, o está, en tinieblas vió, o puede ver, una gran luz. Pues Cristo-Jesús ilumina a todo hombre que viene a este mundo.
Todo niño es buena noticia para la familia que lo espera con ansia, para la familia que tanto lo ha deseado. Pero este niño que encontramos en los brazos de María, es la gran noticia, es el esperado, el deseado desde antes de la creación del mundo. Es el que puede, que debe, nacer de nuevo en el corazón de cada hombre y mujer para recuperar la paz, la armonía de la creatura con el Creador. Es el encuentro de Dios y el Hombre.
En este Niño, tan necesitado de todo, se manifiesta el gran amor de Dios. Dios se ha hecho necesidad, para poder satisfacer toda la necesidad de Vida y Amor que hay en la humanidad. Dios se hace hombre, para que el hombre se haga Dios, según expresión de los Santos Padres.
Estamos de fiesta, ésta también nos invita a la reflexión, a hacer memoria de lo que somos y a lo que estamos llamados. Elegidos en Cristo-Jesús, antes de la creación del mundo, según expresión de San Pablo.
P. Miquel Bonet Nicolau. C.R.

No hay comentarios: